Estabas a punto de protagonizar Hello Dolly ¿La producción tiene planes de volver?
¡Si! En principio lo que está más definido es ir a Rosario en Octubre y estrenar en el Teatro Broadway.
¿Cómo te preparas para tu vuelta al musical?
¡Muy feliz! Ahora principalmente entrenando canto con Nacho Mascardi, mi preparador vocal, ya que la partitura es compleja pero muy pegadiza y agradable de cantar.
Se hablo de roces con Lucía Galán ¿Cómo fue la convivencia?
En realidad nos cruzamos dos veces y fue muy cariñosa conmigo, yo ensayaba con el asistente de dirección ,con el director, así como también con la coreógrafa y todo el elenco que jugaba escenas conmigo .El primer día que la encontré a Lucia fue emocionante para mi, ella se puso a mi disposición por cualquier cosa que necesitara. Es una persona muy generosa, no sé porque surgieron esos rumores.
¿Qué recuerdos se te viene a la cabeza de Cabaret?
Los recuerdos más intensos de mi carrera. La preparación del rol, en un mes , asimilar el material vocal , coreográfico y actoral ,requirió mucha concentración y una enorme responsabilidad. Afortunadamente llegué bien , me sentí con seguridad porque tuve el apoyo de mis compañeros desde el primer día de ensayo.
Cabaret fue un antes y un después en mi profesión.
¿Cómo fue verlo el año pasado con Flor Peña en tu papel?
Con muchísima emoción, no podía dejar de respirar esa atmósfera del mundo marginal del cabaret de los años 20. Esa magia es difícil de lograr, solo pueden hacerlo los artistas que trabajan en equipo y vibran con un solo propósito, dar lo mejor de cada uno.
El Liceo fue una fiesta, un placer total.
Si tenés que elegir uno de todos los musicales que protagonizaste ¿Cuál volverías hacer?
Creo que SOUVENIR. Su historia me conmueve. Terminaba cada función como en un estado flotante.
La convicción de la peor cantante lírica de la historia, (fue así catalogada) fue una inspiración, ya que me enseñó a que uno puede lograr algo más allá de las propias capacidades .Y también interpretar la , me permitió avanzar más, sobre la deconstrucción de mi propia vanidad.