Por Guido Zaffora  

Hace unas semanas llegó a Buenos Aires uno de los musicales más aclamados de los último tiempos en Broadway y Londres. QUERIDO EVAN o DEAR EVAN HASSEN está entre nosotros y no queda más que entregarse a la experiencia.

Evan, es un chico de 17 años, que vive en su mundo. No tiene amigos, la relación con su madre es fría. En la escuela lo tratan de “nerd”, entonces su psicóloga lo invita a escribirse cartas a sí mismo y una de esas cartas cae en las manos equivocadas y ahí empieza la historia. ¿Ser o no ser? Esa es la cuestión. Una problemática muy actual donde todos los adolescentes y no tanto se van a sentir identificados.

Fui al teatro y perdón, pero voy a ser mi autoreferencial. Ver un musical, para mi, es como ir a una fiesta, donde quiero que todo este bien y ser lo más feliz posible. Lo entiendo como un planazo.

La llevo a Marcela Coronel, una de las periodistas que más sabe de espectáculos de Argentina, con ella hicimos un programa de Teatro precioso que se llamo “Viva La Tarde”, ahí entendimos que compartimos el mismo amor.

Apenas entró al teatro me avisan que no iba a estar Máximo Meyer, sino su cover. La verdad que me ofusqué, y sentí que no iba a ser la misma fiesta, a la que pensaba ir. Otra música, otro DJ. Bueno, diferente.

Cuanto me equivoqué, creo que por eso estoy escribiendo esto. Franco Valerga, es el cover de Máximo. Querido Franco, desde acá, te pido mis más sinceras disculpas.

Querido Franco: Hoy es Domingo, y estoy feliz de haberte disfrutado en escena. Tu compromiso, tu pasión, tu juventud y talento me dejaron más que feliz con mi fiesta teatral. Gracias por tu Evan lleno de matices, amor y complicidad con tus compañeros. Acá empieza un camino lleno de aplausos. Lo mejor para vos.

Dear Evan Hassen, para los que amamos el musical, no es novedad. Seguro que vos la estás conociendo, o tal vez escuchaste hablar de su éxito en Broadway.

El elenco es la clave. Todos están en el color que la obra requiere y eso se debe al meticuloso trabajo de Sebastián Irigo, su director que empieza a tener el nombre que se merece. Sebastián tiene su gran oportunidad en esta obra, y sin dudas arranca un camino precioso.

Me encantó verlo a Guido Balzaretti, como Connor, el antagonista de la historia. Rochi Hernandéz, Mariel Percosi y Mariano Condoluci están a punto caramelo.

Otro punto, al cuál si venía preparado, es ver nuevamente a Laura Conforte en un rol que ya había buceado en Casi Normales. La madre que pierde a un hijo. Conforte se convirtió, no es nuevo lo que digo, en una interprete súper efectiva y acá lo vuelve a demostrar. Otra sorpresa para el género es Fabio Aste. Julia Zenko es la mamá de Evan, su soltura y ¡caudal vocal! son un placer para los que la estamos mirando.

En Argentina es la primera vez que se hace en un idioma que no es inglés, y el resultado está más que logrado. Lily Ann Martin, Pablo del Campo y Guido Balzaretti, sus adaptadores, fueron impecables en las letras.

Todo está donde tiene que estar. Nada de más ni menos. No voy a spoiliar y sé que la vas a ver, pero el número final del primer acto es lo mejor de la obra. Sentís que sos eso. Nada más que eso, frente a tu compromiso digital de todos los días. Tanto que impresiona.

Si llegaste hasta acá, no dejes pasar la oportunidad de verla. Voy a volver a ver a Máximo Meyer, el Evan titular. Pero agradezco de ver a Franco, y también a familia, creo que eran los padres, sentados en fila 5 felices por ver a su hijo brillar.