Autentica y Soñadora. Así es Laura Fernández, quien ya tiene nombre propio de marquesina de teatro cuando Gustavo Yankelevich la eligió para ser Sugar Kane en el lugar de Griselda Siciliani , “Fue la gran oportunidad de mi vida”.
En este encuentro virtual hablamos de sus sueños, su reciente viaje a Nueva York, “Fue un sueño hecho realidad” confiesa. Sus musicales preferidos y sus nuevos proyectos.
Laura en su costado musical más potente.
Hace unos meses estuviste en Nueva York y por primera vez viste obras en Broadway ¿Qué tal la experiencia?
Fui a Nueva York por primera vez y fue un sueño hecho realidad. Desde que soy consiente que me quiero dedicar a esto mi sueño era conocer Broadway, cuando tenia el tiempo no tenia la plata y cuando me podía pagar el viaje no tenia el tiempo suficiente para hacerlo. ¡Se me dio! Además fui con mi maestro de danza y mejor amigo, Jonathan Robles. Gracias a Joni conocí la ciudad mucho mas rápido, él me ayudo a sacar entradas para el teatro de todas las formas, saque por internet, gané la lotería, en boletería. Vi El Rey León en fila 1 y todos los día fui al teatro a ver musicales. Fue el mejor viaje de mi vida, ya estaba desarrollado el tema de la pandemia. No había ningún oriental, muy pocos italianos y la ciudad estaba más tranquila para circular. En ese momento allá no eran consientes de la gravedad del covid y la gente hacía su vida normal. Hoy con el diario del lunes pienso en el peligro, me pude haber contagiado. Por suerte no paso nada y estoy muy bien pero la ciudad estaba muy tranquila en comparación como siempre dicen que suele ser. Conecte con una energía que viví toda mi vida cuando estoy en función, haciendo musicales. Conecté con arte en su máxima expresión, entré a los estudios de danza para ver a los profesores, los alumnos y la dinámica. La fuerza y la perfección de los musicales me hizo dar cuenta que estoy por el camino correcto y quiero llegar a lograr esa excelencia, seguir perfeccionándome. Fue muy inspirador estar ahí.
Hablemos de Teatro ¿Cuáles fueron las obras que más te gustaron?
La primera que vi fue Beetlejuice, Moulin Rouge y Frozen fueron mi TOP 3. Wicked me fascino. El fantasma de la Opera es maravilloso. Beetlejuice me pareció muy ingeniosa, están muy bien utilizados los efectos. Quiero hacer Moulin Rouge, ¡es una bomba!, cuando termino me puse a llorar. Me encantan los musicales que no solo se canta, sino que se baila. Tenia la idea, como dicen acá, que en Broadway son más fríos a la hora de interpretar, pero en Moulin Rouge se ve sangre latina. Frozen me fascino, el personaje de Anna me pareció muy gracioso, picarezco. No estaba en mis planes ver Frozen y no sabía lo que me iba a encontrar y termine gritando, aplaudiendo como todos en la platea.
¿Cuál te defraudó?
El Rey León. Me choco mucho ver que no había pasión, como si estuviesen “marcando” la coreografía. Estaban los que daban todo y algunos al 70%, quizás alguien que no se dedica a esto no se da cuenta pero si lo haces lo notas. A nivel show es maravilloso pero no lo estaban dando todo.
A Chicago fui con mucha expectativa, es un musical que amaría hacer y sueño con Roxie Hart, pero la protagonista estaba mal de la voz y mal del pie. No podía cantar y lo hablaba, fue un bajón verlo así.
Ver esas “fallas” los humaniza (Risas). Toda mi vida los tuve muy idealizados entonces entendí que hay de todo. Me quedo con la inspiración que me genero estar ahí. Quiero estudiar todo, me fascino la parte técnica, el sónido, la iluminación, los efectos. Todo funciona como un reloj. Por suerte tuve la oportunidad de trabajar en producciones que son de esa manera, ojalá pueda seguir trabajando así. Tengo la oportunidad de cruzarme con profesionales increíbles como Gerardo Gardelin, en la dirección musical o Alberto Negrin en la escenografía, recuerdo a Max Otranto que era stage manager. Todos muy profesionales y muy grosos en lo que hacen. Disfruto mucho ver musicales que no tienen ese costo de producción o esa inversión pero que tiene ingenio y talento sobre en escenario maravilloso. Ir a allá me sirvió para valorar y agradecer las grandes cosas que tenemos acá.
Si pudieras elegir el musical de tus sueños para protagonizar ¿Cuál sería?
¡Wow! Tengo tres. Legalmente Rubia, Moulin Rouge y Chicago. ¡Para! Si puedo agregar una cuarta sería Anna de Frozen.
¿Cómo recordás tu protagónico en SUGAR?
Fue lo más hermoso que viví artísticamente. Un papel soñado, inesperado, anhelado durante toda mi vida. Fue superar miedos, confiar en mi misma y aprender a confiar. Siempre fui muy insegura en varias aspectos por más que tratara de demostrar otra cosa, pero lo tengo y lo tenía. Sugar fue un gran paso para mi. Antes del estreno tuve la chance de ir hacia atrás o superar miedos y demostrar lo que sé hacer. Así fue. Además de trabajar con artistas tremendos, no solo mis compañeros actores sino todo el equipo tremendo de producción, los músicos, los técnicos. Todo gente tan genial. Me enseñaron muchísimo. Fue un placer haberme cruzado con ellos y con compañeros de clases de danza del estudio de Elizabeth De Chaperouge, que eran compañeros de escena y la pasamos bomba. Todos me recibieron súper bien. Me lleve una experiencia maravillosa y un gran crecimiento artístico. Además un eterno agradecimiento a Gustavo Yankelevich por haberme elegido, por confiar en mi, por los consejos que me fue dando. Siempre le dije que es “mi cumplidor de sueños”. El me dio la oportunidad de mi vida.
¿Con que actriz o actor te gustaría hacer una dupla en musical?
Con Flor Peña siempre fantaseamos con hacer Chicago juntas. Me encantaría, sería un golazo hacer algo. La quiero mucho y la admiro.
¿Recordás la primera vez que fuiste al teatro en tu vida?
La primera ver fui ver Chiquititas al Gran Rex porque era súper fan. Mi primer musical fue Fiebre de Sábado por la Noche en El Nacional, cuando ví todo el piso de colores y las coreografía, le dije a mi mamá: “Yo quiero hacer eso”. Siempre fue muy inspirador ir al teatro, me encanta ver todo lo que puedo. Es un acontecimiento. Ojalá podamos volver a ir pronto.
¿Recordás la primera vez que fuiste al teatro en tu vida?
La primera ver fui ver Chiquititas al Gran Rex porque era súper fan. Mi primer musical fue Fiebre de Sábado por la Noche en El Nacional, cuando ví todo el piso de colores y las coreografía, le dije a mi mamá: “Yo quiero hacer eso”. Siempre fue muy inspirador ir al teatro, me encanta ver todo lo que puedo. Es un acontecimiento. Ojalá podamos volver a ir pronto.